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En el país, hay 15 especies de tortugas en riesgo; la principal causa es el tráfico ilegal

La Paz, 20 de jul 2025 (ATB Digital) .-   En el país, 15 de 16 especies nativas de tortugas están en riesgo de desaparecer ante una variedad de amenazas en su hábitat. La principal es el tráfico ilegal de carne, huevos y ejemplares vivos, además del comercio con fines medicinales y artesanales.

En pasadas semanas, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua presentó el “Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia: Volumen I Tortugas”. En él se develó que el 94% de las tortugas nativas de Bolivia están en riesgo.

El documento advierte además que las tortugas son uno de los grupos de vertebrados más amenazados a nivel global.

El informe señala que entre las especies más amenazadas se encuentran la peta de río (Podocnemis unifilis) y la tataruga (P. expansa), ambas afectadas por la sobreexplotación y las alteraciones en los caudales fluviales.

Les siguen la peta de monte (Chelonoidis denticulatus) y la peta de patas rojas (Chelonoidis carbonarius). Estas especies también se encuentran amenazadas por el uso, caza, recolección y coomercio de huevos, de carne, comercio medicinal o mascotismo.

Además del incremento del tráfico ilegal de estas especies, las causas del declive son múltiples. Entre ellas la pérdida de su hábitat, el cambio climático, el consumo humano, señala la Red Ambiental de Información (RAI).

SIN REGULACIÓN
El investigador y docente de la Universidad Autónoma del Beni José Ballivián, Marco Greminger, dijo que, ante la apertura de mercados de animales exóticos en el país, no existe regulación que frene el tráfico ilícito, en este caso de las tortugas, especies que salen de forma indiscriminada a mercados de Brasil, Perú y Chile.

“No hay personal clasificado ni calificado para el control. La Policía ambiental hace muy poco. No hay equipamiento para la fiscalización. El Gobierno central, la Gobernación y los gobiernos municipales hacen muy poco y ahora, con la crisis económica que atraviesa el país se han reducido los presupuestos. Todo eso lleva tanto al productor como al subproducto de poder traficar sin medida”, dijo Greminger a La Razón.

Señaló que, ante la creciente demanda de las tortugas y sus derivados, los comunarios de las regiones donde existen los ejemplares (Santa Cruz, Beni, Pando, La Paz y Cochabamba) realizan prácticas que atentan y alteran contra su hábitat.

“Las tortugas vuelven al mismo lugar donde nacieron para desovar. Entonces, las mamás esperan entre 50 y 60 días y regresan para recoger a sus crías. Pero, las personas que se dedican al tráfico recogen los huevos antes e impiden ese proceso, causando biocidio”, acotó el investigador.

ALARMA
El libro del Ministerio de Medio Ambiente devela que el tráfico de huevos es bastante alarmante. Rememora que entre agosto y septiembre de 2017 se decomisaron 50.000 huevos de tortugas del género Podocnemis. Ese mismo año, un operativo realizado en Trinidad, Beni, por la Policía Fluvial de la Armada Boliviana decomisó 5.377 huevos.

En 2000, en el municipio de Puerto Siles (Beni), a orillas del río Mamoré, se intervinieron embarcaciones brasileñas y se encontraron 1.500 adultos de peta de río y más de un millón de huevos.

Se estima que cada año, En la comunidad de Camiaco, se comercializan cerca de 3 millones de huevos y un centenar de tortugas.

En la gestión 2019, el Ministerio de Medio Ambiente registró el comercio ilícito de 88.852 huevos de tortuga. En octubre de 2023, la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente a través de la Dirección Departamental de Beni (Pofoma) informó del decomiso de 6.000 huevos en la tranca de control Tajibo en ese departamento.

El 9 de mayo de este año, una caja llena de tortugas de río (Podocnemis unifilis), también conocidas como petas de río, fue encontrada en un mercado en la ciudad de Cochabamba. Esa caja tenía al menos diez tortugas y huevos, y su destino era la ciudad de La Paz. Luego, pasarían hacia Chile. El tráfico de esta especie boliviana se incrementó en los últimos años con destino a Brasil y Perú, donde su carne y huevos son codiciados y llegan a pagar hasta 50 dólares por tortuga, señala una nota de Mongabay Latam.

OFERTA
Medio Ambiente señala también que actualmente, las redes sociales se han convertido en un medio de comercialización de especies silvestres en todo el país. La creación de grupos exclusivos para la oferta de animales silvestres y exóticos, sumado al desconocimiento de las normas legales en contra de ilícitos relacionados con la vida silvestre, suponen una oportunidad para el comercio y una amenaza para las poblaciones de tortugas en Bolivia.

Respecto de la cantidad de especies de tortugas nativas que se encuentran en alguna categoría de amenaza según departamentos, Santa Cruz presenta la mayor cantidad de especies amenazadas: 7 (1 En peligro y 6 vulnerable); Beni, La Paz y Pando registran 4 especies amenazadas (1 En peligro y 3 Vulnerable). Beni, Santa Cruz y Pando son los departamentos con más especies (7) en la categoría NT = Casi amenazada.

A pesar de que el tráfico ilegal de vida silvestre está tipificado como un delito tanto en el Código Penal como en la Ley 1333 de Medioambiente, las personas continúan cometiendo esta ilegalidad.

FUENTE: LA RAZÓN

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