*ERIK LLANOS ES PERIODISTA
La gran asignatura pendiente de Bolivia es conseguir triunfos fuera de La Paz y conformar un equipo competitivo para hacerlo. Si una selección quiere clasificar al mundial, debe obtener buenos resultados de visitante. El viejo discurso de “con ganar todos los partidos de local alcanza” ya no sirve. El juego ante Perú demostró una vez más las grandes diferencias, sobre todo físicas, que existen con nuestros jugadores.
Quizás el planteamiento de Farias no fue el adecuado, pero más allá de esquemas el problema es de nombres. Lo vengo repitiendo y lo seguiré diciendo hay jugadores que no merecen ser convocados. Y el que encabeza esa lista es Jusino. Hasta cuando debemos aguantar sus errores, ya basta. No es culpa de él, sino de quien lo hace jugar. Su falta de condiciones influyó directamente en los tres goles peruanos: mala salida en el primero, descuido de su marca en el segundo y despeje defectuoso en el tercero. A Franz Gonzales le quedó muy grande el partido. No basta jugar bien ante El Salvador para ser titular. Villarroel se sintió incómodo como lateral izquierdo y frecuentemente se movía hacia el medio, donde mejor se desempeña. En todo momento fue superado por Advincula. Por el lado derecho, Bejarano nunca mantuvo su posición dejando espacios a los rivales y sin nadie que le haga la cobertura. A Lampe se le nota la falta de ritmo y competencia. Ramiro Vaca tampoco marca la diferencia que se espera.
Insisto también en otro concepto, estos partidos deben jugarlos futbolistas con experiencia. A los jóvenes que arrancaron de titulares les falta roce y eso deben adquirirlo en sus clubes, no en la selección. Saucedo, Saavedra y Enoumba debieron ser titulares.
La ilusión de clasificar al mundial, que se reavivó con los dos triunfos en La Paz, ahora se diluye, aunque seguramente con un triunfo ante Uruguay se mantendría firme. Lo cierto es que nuestra realidad futbolística no alcanza para competir afuera y menos en un mundial.
ERIK LLANOS ES PERIODISTA