La Paz, 25 nov 2021 (ATB Digital).- Mientras persiste el debate en Bolivia sobre si hubo “fraude electoral” o “golpe de Estado” en la crisis de 2019, el expresidente de Colombia Ernesto Samper consideró este jueves que la administración de Jeanine Áñez fue un “gobierno militar” e instó a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), a asumir su responsabilidad por todo lo ocurrido en ese periodo.
Samper, en una entrevista con el programa Piedra, Papel y Tinta de La Razón, dijo que para él “está absolutamente claro” que en 2019 hubo una estrategia, que sirvió como un instrumento, entre otras personas, a Almagro, quien “legitimó la supuesta existencia de un fraude” en las elecciones de ese año, que finalmente fueron anuladas en medio de una crisis política y convulsión social.
“Y más que la responsabilidad por ese hecho, que ya de por sí era grave, la OEA y el señor Almagro tienen que asumir (también) la responsabilidad por lo que sucedió el año siguiente, porque prácticamente gracias a esa denuncia de un supuesto fraude se legitimó la presencia de un gobierno militar, que era un gobierno militar así hubiera una cabeza civil y que durante un año ejerció una represión absolutamente desconocida en Bolivia desde hace muchos años y que motivó inclusive la necesidad de la salida al exilio (del entonces presidente) Evo Morales para salvar su vida”, agregó.
El 20 de octubre de 2019 se realizaron elecciones generales en Bolivia y los resultados de esos comicios que favorecían a Morales, quien buscaba una nueva reelección, fueron cuestionadas por denuncias de presunto fraude electoral que derivaron en una serie de protestas callejeras.
Denuncias que luego motivaron la suscripción de un acuerdo entre el gobierno de Morales y la OEA para realizar una auditoría a las elecciones. El resultado de ese trabajo, que ahora también es cuestionado por varios otros estudios, estableció que sí hubo “irregularidades” en los comicios, lo cual agravó el conflicto.
Es así que el 10 de noviembre de 2019, Morales finalmente decidió renunciar a su cargo agobiado por las protestas callejeras de los denunciantes del supuesto fraude, además de un motín policial e incluso una sugerencia de las Fuerzas Armadas para que dimitiera.
Dos días después asumió el mando del país la entonces segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, a través de un cuestionado proceso de transición, que ahora el actual Gobierno y otros sectores califican como un “golpe de Estado”.
Entonces, “yo creo que ésta es una parte sórdida en la historia de Bolivia que por el bien de la democracia boliviana, por el bien de todos los ciudadanos bolivianos, tiene que aclararse necesariamente porque en ese año hubieron temas que tienen que ser investigados y juzgados, (pero) dentro del contexto de que no se hubiera producido si se hubiera aceptado la continuidad de la democracia como estaba claramente establecida en las primeras elecciones presidenciales de ese año”, insistió Samper.
Además, el exmandatario colombiano aseguró que “el tema coyuntural de Almagro no se reduce solo en el papel que jugó en el episodio lamentable de Bolivia”, sino que también intervino en conflictos de otros países de la región.
“En los cuales la intervención de Almagro ha sido claramente en función de los intereses de la política exterior de Estados Unidos en América Latina”, remarcó.
(La Razón)