Oruro, 19 feb 2023 (ATB Digital).- Nombrada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Unesco, el Carnaval de Oruro se mostró en su máximo esplendor, con el desfile de 52 conjuntos, el baile de 60.000 devotos y casi 15.000 músicos.
La Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, fundada el 25 de noviembre de 1904 por los “mañazos” (matarifes), abrió el antruejo que se extenderá hasta más de la medianoche de este sábado y las primeras del domingo.
Sin los caballos tradicionales, la procesión fue presidida por el obispo de Oruro, monseñor Cristóbal Bialasik, a quien lo acompañaron el alcalde Adhemar Willcarani y el gobernador Jhonny Vedia.
Además, los anfitriones de la celebración anual, la Asociación de Conjuntos del Folklores de Oruro (ACFO), liderada por su presidente, Jacinto Quispaya.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, tomó un asiento en las graderías instaladas en la plaza 10 de Febrero. Se espera, más tarde, la presencia del presidente Luis Arce.
La peregrinación de este sábado tiene la característica principal de una presentación casi completa en relación a los últimos años, debido a la suspensión de algunas medidas de bioseguridad por el COVID-19.
Entre el público, que comienza a llenar las graderías, y los danzarines y aguateros, se percibe pocas mascarillas. Al cierre de esta edición, los espectadores poco a poco comienzan a ocupar sus asientos lo largo de la “entrada”.
Son casi cuatro kilómetros de recorrido del desfile folklórico, entre la avenida Villarroel, la Avenida del Folklores (6 de Agosto), la calle Bolívar, la plaza 10 de Febrero, la Avenida Cívica y al atrio del santuario.
Al llegar los devotos y danzarines, se postrarán ante la Virgen del Socavón, a quien, en los convites, le prometieron bailar tres años seguidos.
La comitiva de la procesión llegó poco después de las 09.00 a los pies de la Patrona del Carnaval.
Mientras la majestuosidad del Carnaval orureño se imponía en Santa Cruz a pesar de la violencia previa, el corso se impuso por la fuerza. Tarde, los ballets abrieron al evento y se aprestaban a coronar a la reina del Carnaval cruceño, María Laura I.
Durante toda la jornada, la avenida Roca y Coronado de Santa Cruz fue el epicentro de fuertes trifulcas debido a la objeción de grupos violentos que impedían la celebración del corso.
Sin embargo, pasadas las 22.00, los ballets comenzaron su recorrido una vez que la vía entre el Cuarto y Tercer Anillo fue despejada por la fuerza, y la reina del Carnaval, María Laura I, abrió el desfile.
Según reportes de información, quienes bloqueaban la vía eran seguidores del gobernador Luis Fernando Camacho, que cuestionan la celebración debido a un “momento crítico” para Santa Cruz.
Desde hace varios días hubo una pulseta entre los manifestantes y los organizadores del corso cruceño. Este sábado, los primeros incluso arguyeron que no era posible el desfile debido a fallecidos y enfermos de dengue.
Aprehendido Camacho el 18 de diciembre del año pasado, su seguidores cuestionaron la eventual entrada del corso cruceño. Sin embargo, la Asociación de Comparsas del Carnaval (ACC) decidió el 18 de enero seguir con el desfile.
“Hemos decidido que el corso 2023 lleve por temática ‘rompamos cadenas por libertad y la democracia’”, dijo entonces el presidente de la organización, Gustavo Gil.
Este sábado, luego de varias horas de suspenso, en las que hubo incluso batallas campales entre las partes, pasadas las 22.22 el ballet Nueva Generación abrió el corso, a pesar de las continuas disputas.
Y la reina se pronunció también en sentido de continuar con el desfile, para “dar amor a Santa Cruz”.
La incertidumbre sobre la celebración de la entrada cruceña se había alimentado antes con la renuncia de la reina anterior, Eliana Gonzales.
Ante la ausencia de una soberana del Carnaval de Santa Cruz, la comparsa Januchos Jrs. Anunció el 7 de febrero la coronación de María Laura Zamora en reemplazo de la anterior.
Fuente: La Razón