* FRANZ RUBÉN ARANDIA BELMONTE
Bolivia, una tierra rica en tradiciones culinarias y diversidad agrícola, ha estado experimentando un renacimiento en la forma en que sus ciudadanos se relacionan con la comida. En los últimos años, los huertos urbanos han surgido como una tendencia que no solo ofrece beneficios nutricionales y económicos, sino que también está transformando las ciudades y comunidades bolivianas. En este artículo, exploraremos el origen, el aporte a la humanidad y la importancia de tener huertos urbanos en Bolivia, con una visión hacia el futuro, anticipando cómo esta práctica podría moldear el país en los próximos cinco años.
Si bien los huertos urbanos pueden parecer una tendencia moderna, su origen se remonta a tiempos pasados. Las culturas indígenas de Bolivia, como los quechuas y aymaras, han practicado la agricultura en terrazas durante siglos. Estas técnicas de cultivo en terrazas se han adaptado y fusionado con métodos de agricultura más modernos para dar lugar a los huertos urbanos de hoy.
Los huertos urbanos en Bolivia no solo están contribuyendo a la seguridad alimentaria local, sino que también están dejando una impresión significativa en la lucha global contra el cambio climático y la sostenibilidad alimentaria. A medida que el mundo enfrenta desafíos relacionados con la escasez de alimentos y la degradación del suelo, los huertos urbanos se presentan como una solución práctica. Además, en varios colegios en el área rural y urbana se están implementando, diseñando y dando seguimiento con buenos resultados.
Estos huertos no solo promueven la producción de alimentos frescos y orgánicos, sino que también reducen la huella de carbono al disminuir la necesidad de transporte de alimentos a larga distancia. Además, fomentan la biodiversidad y la conservación de semillas autóctonas, lo que es crucial para preservar la riqueza genética de las plantas en Bolivia, y que mejor que conectar con las bondades que nos ofrece de primera mano.
Mirando hacia el futuro, los huertos urbanos desempeñarán un papel aún más importante en Bolivia en los próximos cinco años. Aquí hay algunas razones clave:
Resiliencia Alimentaria: Los huertos urbanos proporcionan una fuente confiable de alimentos frescos y nutritivos, lo que ayuda a las comunidades a ser menos dependientes de las cadenas de suministro a larga distancia y a enfrentar mejor crisis alimentarias.
Educación y Conciencia: Los huertos urbanos pueden convertirse en centros de educación donde las personas y comunidades aprenden sobre la agricultura sostenible, la nutrición y la importancia de la conservación de semillas autóctonas. Esto crea una base de conocimiento que se transmitirá a las generaciones futuras.
Mejora del Medio Ambiente: Los huertos urbanos contribuyen a la mejora de la calidad del aire y la reducción del calor urbano. Además, promueven prácticas de cultivo que conservan el agua y protegen la biodiversidad.
Empoderamiento Comunitario: Estos huertos fomentan la colaboración y la cohesión dentro de las comunidades urbanas, empoderando a las personas para tomar el control de su propia alimentación y bienestar. Algo que ahora también es una tendencia gastronómica saludable mundial.
Los huertos urbanos en Bolivia están floreciendo como una fuente de esperanza y cambio positivo. Su origen en las tradiciones agrícolas, su contribución a la humanidad en términos de seguridad alimentaria y sostenibilidad, y su creciente importancia en el futuro del país los convierten en una práctica digna de apoyo y promoción. A medida que Bolivia mira hacia los próximos cinco años, estos huertos urbanos a mi pensar están destinados a jugar un papel aún más vital en la vida de sus ciudadanos y en la construcción de un futuro más saludable y sostenible para todos. ¿Qué esperas para informarte más y tener el tuyo?
* FRANZ RUBÉN ARANDIA BELMONTE ES PERIODISTA GASTRONÓMICO