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El cochabambino Marcos Vásquez cuenta cómo ganó una corona mundial en muay thai

Cochabamba, 25 sep 2023 (ATB Digital).- Pocas veces el deporte boliviano se jacta de tener campeones mundiales. Hoy, el país está orgulloso por tener al deportista cochabambino Marcos Vásquez Salguero (23 de septiembre de 1993) en lo más alto de la cúspide mundial del muay thai, un deporte de contacto.

El atleta punateño, hoy radicado en Estados Unidos, cuenta la historia de cómo llegó a ganar una corona mundial en un deporte muy competitivo y difícil.

Dice que su afición por el muay thai comenzó a los ocho años, siguiendo el ejemplo de sus hermanos, quienes abrieron un gimnasio en su querida Cochabamba, donde, primero, se practicaba karate, después gimnasia, luego kick boxing y hoy se entrena muay thai. La escuela se llama Corazón de León.

“Ellos han sido mi ejemplo a seguir. Desde chico los vi entrenar y siempre los estaba siguiendo por detrás, se me hizo rutinario hasta que llegué a ser un amante de la práctica del kick boxing al comienzo y ahora el muay thai. De esa manera surgió mi pasión por este deporte de contacto”, inició.

El simple hecho de usar las manos y los pies para golpear al adversario ya genera temor, pero con un trabajo mental y psicológico esa parte más tensa pasa a un segundo plano.

“Al comenzar siempre hay nervios, especialmente cuando uno está en competencia, y el temor está en salir noqueado, lastimado, con algún parche en la nariz, un corte en alguna parte del cuerpo, pero nosotros entrenamos de una manera en que cuando ya eres profesional trabajas en evitar ese tipo de situaciones, te preparas tanto que al final uno está consciente de que todo eso puede suceder, pero también lo puedes sobrellevar, ya tienes la mentalidad clara para que no te crucen, no te pongan en medio y para eso estamos, física y mentalmente, bien preparados. Al principio siempre habrá nervios y miedo, pero con el paso del tiempo eso pasa”, contó.

Recordó que al principio recibía golpes que le hicieron tambalear en su idea de seguir o alejarse de este deporte. “Hubo situaciones en las que he recibido buenos golpes y estaba un poco bajoneado, así como he dado tantas patadas también las he recibido en los lugares que me han empezado a doler, y por mi cabeza rondaban pensamientos de si iba a perder o ganar. Hay momentos en los que me pregunto: ¿sigo peleando o será que me puedo rendir?, pero uno se acuerda de la situación y dice por qué estoy peleando, por qué aguanto tantos golpes, por qué sigo peleando y por qué quiero ganar, siempre hay un algo que te hace continuar, vas a la esquina y reflexionas sobre el porqué te esforzaste y entrenaste tanto, sabes cuál es tu objetivo y sigues adelante, tienes un sentimiento, un coraje y un valor que te impulsa a seguir y no rendirte”, describió.

Remarcó que todos los deportistas que practican esta disciplina deben tener un cierto nivel de coraje y valor para entrar a un ring y continuar una pelea hasta el final. “Entrar a un ring lo hace cualquiera, pero cuando estás preparado para pelear a nivel profesional la cosa es más seria, porque tienes que saber que te pueden hacer daño”, apuntó.

UN PASO DECISIVO

Relató que en su andar por alcanzar el sueño de pelear a nivel profesional la principal dificultad estaba en la parte económica. “Cuando estaba comenzando mi trayectoria, por la falta de recursos económicos no he podido participar en eventos sudamericanos e internacionales para ganar puntos a nivel amateur para llegar a ser profesional, porque se gana experiencia y roce para perfeccionar tu técnica; han sido momentos difíciles porque tenía que pagar la inscripción, los pasajes de ida y vuelta, y por otros conceptos que la organización te imponía. Además, uno tiene que estar bien alimentado, con una dieta balanceada para que pueda desarrollar bien su preparación”, explicó.

Han pasado más de 20 años, entre pelea y pelea, con triunfos y derrotas, para consolidarse como un peleador profesional de muay thai. “Me sentí seguro cuando viajé a Tailandia para prepararme y competir. Fue un viaje muy nutritivo para mí, porque viví en carne propia cómo es ser un peleador profesional de muay thai, cómo vive un peleador en el país que es la cuna de este deporte, donde hay peleas todos los días, hay estadios en cada ciudad tailandesa y gimnasios en cada esquina. Es como el fútbol en Bolivia”, afirmó.

Para llegar al país asiático en 2016, indicó que su familia sacrificó mucho hasta quedar endeudada, porque toda la aventura costó mucho dinero. “El viaje a Tailandia ha sido la parte decisiva de mi carrera, porque he logrado superarme y experimentar el nivel competitivo mundial. Después de haber pasado el campamento y empezado a participar en más campeonatos de muay thai, en los que me ha ido muy bien y gané mucha experiencia, llegó el momento de decir que el deporte del muay thai es para mí y me voy a dedicar al cien por ciento, cosa que no he podido hacer antes porque siempre pagué mis gastos y esa vez no tenía mucho dinero. Entonces, tuve que acomodarme y trabajar para cubrir las diferentes obligaciones”, refirió.

Después de alcanzar la madurez suficiente para crecer y mejorar, dio otro paso importante en su carrera. Viajó a Estados Unidos con la ayuda importante de la familia Montalvo y Achá. “Tengo un especial agradecimiento a Rocío y Fernando Montalvo, y Gonzalo Achá, que son las personas claves que me han ayudado a llegar a Estados Unidos, me han apoyado en la estadía y alimentación, además de prestarme amplia colaboración para competir. No quiero olvidarme de la familia Claure, Tarqui y amigos que me han dado el apoyo”, remarcó.

Sostuvo que desde que llegó al país norteamericano no paró de entrenar y trabajar hasta llegar a un momento en que apreció que estaba para grandes cosas, una de ellas, pelear por el título mundial. “En los años que estoy en Estados Unidos me preparé duro junto a mi equipo, por más de dos años, con equipos y entrenadores adecuados para cumplir con lo que representa una competencia mundial. Gracias a una estabilidad económica, trabajo en el día y entreno de mañana y noche, tengo posibilidades de viajar sin problemas y comer una comida saludable, que es más cara; hasta que llegó la hora de pelear por un título mundial, que lo gané en buena ley, porque estoy bien preparado” narró.

Mencionó que en el muay thai hay cuatro organizaciones que entregan títulos mundiales de acuerdo con el grado de habilidad. “La que gané es una de cuatro, esto no queda ahí, tengo que seguir peleando para ganar otro título de otra organización u optar a firmar con una organización más grande como es la ONE Championship, en la que la paga es muy buena y de la que no estoy lejos”, aseguró.

Afirmó que como boliviano se sintió orgulloso de levantar la copa junto a la tricolor nacional. “Es uno de los objetivos que me había puesto cuando inicié mi carrera profesional en el muay thai, pero esto no queda ahí, porque tengo mucho por mejorar para llevar el nombre de Bolivia más alto en el mundo. Los bolivianos tenemos el talento y la garra para lograr títulos mundiales”, puntualizó el deportista de 40 años, que tiene como desafío ir por más coronas internacionales.

Fuente: Ahora El Pueblo

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