Cochabamba, 26 dic 2023 (ATB Digital).- En la región del Trópico de Cochabamba hay una creciente preocupación debido a los secuestros. Hasta ahora, se han reportado 12 casos, incluyendo a niños, y siete de ellos habrían ocurrido en Entre Ríos.
De acuerdo a los datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), cerca del 70% de los secuestros se han registrado en la frontera con Santa Cruz, entre Bulo Bulo y Entre Ríos. También se han reportado casos en Villa Tunari, Chimoré y Shinahota.
Según la policía, este delito no es nuevo en la región, ya que tiene una historia de más de 10 años, pero lo que ha cambiado es el uso de las redes sociales y la tendencia de las víctimas a grabar las llamadas y difundirlas.
En el Trópico de Cochabamba existía una organización liderada por Nabor L.H., que se dedicaba a hacer seguimiento a familias adineradas para secuestrar a alguno de sus miembros y exigir grandes sumas de dinero como rescate. Esta organización fue desmantelada en mayo de este año, después de la detención de Nabor L.H. y otros miembros de su grupo. Estos hombres fueron capturados después de secuestrar a tres hombres en Entre Ríos y exigir un rescate de 100 mil dólares. Sin embargo, al no lograr su objetivo, liberaron a dos de las víctimas para conseguir el monto, mientras que el tercero logró escapar.
LÍDER CAYÓ ANTES
Cabe mencionar que en agosto de 2022, en Punata, también se llevó a cabo un secuestro en el que la banda exigía 150 mil dólares como rescate. Después de las investigaciones, Nabor L. y su hermano fueron detenidos por su presunta participación en el hecho, pero posteriormente fueron puestos en libertad. Se sospecha que amenazaron a la víctima y a su familia para que abandonen el proceso judicial en su contra.
Se estima que en el 60% de los casos, las familias de las víctimas no han pagado el rescate exigido.
COMITÉ DE CRISIS
Ante estos sucesos alarmantes, la Policía, junto con unidades especializadas, ha mantenido reuniones con autoridades y líderes de Entre Ríos con el fin de establecer un Comité de Crisis que pueda responder rápidamente a este tipo de situaciones y proteger la vida de las personas, así como desmantelar las bandas delictivas dedicadas a estos actos ilícitos.
Fuente: Opinión