La Paz, 18 de ene 2024 (ATB Digital).- La presidenta de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Karla Calderón, informó que la producción de carbonato de litio que se obtiene de la planta industrial, inaugurada en diciembre del año pasado, se comenzará a comercializar a partir de marzo.
Sostuvo que la venta se realizará en función a los mejores precios de mercado en el que se cotice el carbonato de litio, siendo que a la fecha la tonelada del producto se comercializa entre $us 14.000 y $us 15.000.
“De acuerdo con proyecciones, a partir de marzo, abril hacia adelante, (se prevé) para empezar con la venta. Obviamente, esto beneficiando con el mejor precio que podamos obtener con nuestro producto en el mercado internacional”, dijo a Radio Erbol.
“La venta que se realice va a tener que realizarse en el marco de cómo la reglamentación de comercialización es en YLB, que directamente es al mejor precio que se pueda ofertar”, añadió.
Sostuvo que países de Europa y Corea del Sur presentaron sus propuestas de compra, incluso con la intención de adquirir la totalidad de la producción de este año y de los siguientes.
En el caso de Corea del Sur, el gerente de Comercialización de YLB, Sergio Huasebe, informó el 20 de diciembre que una empresa de ese país, cuyos ejecutivos llegaron al país, expresó su interés en comprar 26.000 toneladas de carbonato de litio hasta 2027.
Capacidad
Calderón reiteró que para este año se tiene previsto una producción de 4.000 toneladas de carbonato de litio, y que de manera escalonada se incrementará hasta alcanzar el 100% de capacidad que es de 15.000 toneladas anuales.
“A la fecha nos encontramos en los inicios de subir la escalabilidad total de la producción, esta gestión estaríamos proyectando de 4.000 toneladas de carbonato de litio y esto estaría subiendo hasta alcanzar las 15.000 toneladas”.
El 15 de diciembre del año pasado, Bolivia ingresó a la era industrial del litio con el inicio de operaciones de la primera Planta Industrial de Carbonato de Litio, en Colcha “k”, en el sur del salar de Uyuni, en Potosí.
Fuente: La Razón