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La venta de animales se amplía en la feria 16 de Julio

La venta de animales se amplía en la feria 16 de Julio

La Paz, 18 de feb 2024 (ATB Digital).- Hay un sector de ambulantes y otro donde trabajan dos asociaciones.

Pese a las campañas y denuncias sobre el ilícito, la venta de mascotas se ha convertido en un negocio lucrativo para muchas personas. Y lejos de desaparecer, se incrementa, incluso hay “mascotas a la carta”.

Es el caso de la feria 16 de Julio de El Alto, donde la venta de animales se amplió a dos sectores e incluso las personas pueden encargar al “nuevo miembro de la familia” y se lo traen desde Cochabamba, donde abundan los criaderos de animales “finos”.

En plena avenida Juan Pablo II se ubica el primer sector de venta de mascotas. Allí los jueves y domingos están los llamados ambulantes que —según autoridades— no cuentan con permiso para comercializar los animales.

Se puede encontrar perros, gatos, loros, conejos, gallinas y cuy, entre otros animales. Los exponen en cajas de cartón, en bolsas de yute, en mochilas o los tienen en brazos o el piso en medio del agua, del barro y la tierra.

Los animales se notan estresados, maltratados y hambrientos.

También hay uno que otro animal de raza, perros, sobre todo. Pero no son cachorros, son más grandes, por lo que no se descarta que se trate de una mascota extraviada o robada. Comprar un animal en ese sector es más económico. Hay perros desde los Bs 100 y gatos desde Bs 80. Los perros de raza se cotizan entre Bs 500 y Bs 1.000.

Hay cachorros de diferentes razas para escoger; en la foto, una mascota bull terrier.
Los vendedores “garantizan” que están sanos y hasta vacunados, pero la realidad luego muestra que no es así y muchas veces esas mascotas terminan enfermas o muertas. En el caso de las mascotas pequeñas y criollas, a veces terminan abandonadas en ese lugar.

Un poco más abajo, en la avenida Arturo Valle, dentro de la feria 16 de Julio, se ubican los vendedores que cuentan con autorización del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto. Se trata de las asociaciones San Roque y San Martín de Porres, cada uno con casi 100 afiliados.

A lo largo de más de cuatro cuadras se observa “vitrinas” donde exhiben a los animales. Prácticamente todos son de raza.

Los perros y gatos están sobre mantas, tienen agua y comida; sin embargo, el espacio es pequeño y permanecen ahí durante horas. Allí hay diversidad de razas, la mayoría finas. Se puede encontrar desde pequeños chihuahuas, caniches, bóxer, beagle y hasta grandes San Bernardo o golden retriever. Los precios varían mucho en comparación a los que se venden en el sector de ambulantes. Un cachorro pequeño puede costar entre Bs 1.000 y Bs 2.000 según su raza; y los animales que crecerán más grandes, pueden llegar a valer hasta Bs 4.000.

Ahí, la oferta es tan variada que incluso ofrecen “traer”, desde el interior, la mascota que uno busca. “Qué raza quiere, se lo voy a preguntar en Cochabamba”, ofrece María, una vendedora, a una mujer que busca un westy terrier, una raza de perro pequeño y con pedigree (la genealogía certificada del animal).

La vendedora afirma que en Cochabamba hay varios criaderos que le proveen de animales.

No obstante, le advierte que no será barato y queda en hacer las consultas para luego informarle si hay la mascota y cuándo llegará.

¿Es legal el comercio de animales? Las asociaciones en El Alto aseguran que cuentan con aval de la Alcaldía y se amparan en la Ley 700, que no especifica que la venta esté prohibida.

La Ley 700, para la Defensa de los Animales Contra Actos de Crueldad y Maltrato, fue promulgada en 2015, y establece sanción con privación de libertad de dos a cinco años y multa de 30 a 180 días “a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal. La sanción sería agravada si se matare a más de uno”.

Al respecto, Miguel Mamani, responsable del área de Zoonosis de la Alcaldía de El Alto, explicó a La Razón que su trabajo se sustenta en la Ordenanza Municipal 164/2006, que prohíbe la venta ambulante de animales, salvo que sea en un punto autorizado.

Aclaró que las autorizaciones entregadas a dos asociaciones datan de hace muchos años. Dijo que la Alcaldía buscar frenar en la feria la venta ambulante y el “tráfico de animales robados”.

“Estas asociaciones tienen sus puntos de venta, lo hacen, obviamente, con muchas debilidades. Nosotros colaboramos con ellos en la parte de vacunación de los animales. Está prohibida la venta de animales silvestres”, advirtió.

Respecto al otro sector, donde venden animales en malas condiciones, reconoció que recibió muchas denuncias. “Hemos hecho operativos, son personas que no tienen permisos, y la forma en que manipulan a los animales no es adecuada. Incluso hay tráfico de animales robados”.

El funcionario explicó que hacer operativos en ese sector es muy complicado, pues los personeros ediles fueron agredidos varias veces.

Explicó que la Alcaldía está realizando campañas de concientización para frenar la venta de animales; sin embargo, muchas de esas personas subsisten con ese negocio. La Alcaldía instaló en 2023 un punto de vacunación antirrábica en plena feria.

‘Si se enferma, le devolvemos el dinero’
Nelly Flores, secretaria general Asociación San Roque, garantizó que los animalitos que venden en los sectores autorizados están sanitos y vacunados.

Aseguró que si una persona lleva un perrito o un gatito y éste se enferma, puede devolverlo y recuperará su dinero. Eso sí, eso en el lapso de máximo una semana posterior a la venta.

Ella critica la presencia de los vendedores ambulantes, que tienen a los animales en malas condiciones. “La gente nos confunde, nosotros somos la Asociación San Roque y los tenemos en jaulas de vidrio, con camas, les estamos cambiando siempre sus camitas, nos preocupamos por la comida, agua y ponerles sombrillas. Los ambulantes no ofrecen garantía, traen perros de Cochabamba que son maltratados”, dijo a La Razón.

Reconoció; sin embargo, que ellos también traen animales de Cochabamba, pero dice que están en buenas condiciones. Además, explicó que en su sector tienen asesores veterinarios que cuidan y controlan la salud de los animalitos. “Cuando vendemos una mascota y viene el dueño y nos dice que el perro está mal o le dio alguna enfermedad, nosotros hacemos la devolución del dinero, pero si es en esa semana, no podemos garantizar en un mes. Puede contagiarse en su casa y eso es responsabilidad del dueño”.

La mujer dice que no están cometiendo ningún delito ni incumpliendo normas, pues en la Ley 700, de protección a los animales, no dice nada respecto a la venta de animales.

“Nosotros vendemos responsablemente. No nos metemos con los ambulantes, ahí aparecen perros robados, perros enfermos y están haciendo problema. Ellos nada que ver con nosotros. Los animales no son juguetes, hay que cuidarlos y quererlos”, remarcó.

Pofoma dice que el control es tuición de Zoonosis
La Policía Forestal y de Preservación del Medio Ambiente (Pofoma) afirma que el control de la venta de animales es tuición de cada alcaldía y que esa entidad solo interviene en casos de tratos crueles y biocidio.

El capitán Franco Balboa, jefe administrativo de la Dirección Nacional de Pofoma, lamentó que Zoonosis de El Alto no esté cumpliendo con su función, pues ya debería haber cerrado el sector de venta sin autorización.

“Los que deben cerrar esa feria sin autorización es la Alcaldía y no lo hacen. Deben intervenir esa feria paralela; antes no había y brillan por su ausencia, están lucrando con la vida de los animales”. Explicó que el año pasado, Pofoma realizó más de cinco operativos para rescatar a los animalitos de esa feria paralela; sin embargo, no hubo arrestados, pues los policías fueron agredidos. “Hemos dejado de hacer los rescates porque tampoco es nuestra tuición, es un tema de la Alcaldía, que debería ingresar y decomisar”, indicó el jefe policial.

Pofoma planifica para este año una intervención más grande con apoyo del Comando Departamental de la Policía para verificar tratos crueles en la feria, pues malos tratos es competencia municipal.

‘Si no hay compradores, tampoco vendedores’
Para Ana Serrano, directora de Amor por los Animales Bolivia (APLAB), el problema radica en que la gente que sigue comprando animales en la feria 16 de Julio e incentiva a que este negocio se mantenga vigente.

“No del todo es culpa de las autoridades, sino de las mismas personas. Si no hubiera compradores, no habría vendedores. Si la gente se queja y critica y dice ‘cómo va existir esa feria’, entonces no debería aportar ni un peso para que no sea un negocio. La gente debe recapacitar y dejar de comprar y, más bien, adoptar”.

Serrano informó que, según datos del Ministerio de Salud, existe una sobrepoblación canina que sobrepasa los 350.000 perros, de los cuales el 70% está en situación de calle.

“Es un tema incontrolable y la compra y venta de animales aporta a que continúe existiendo esta sobrepoblación e incluso hace que la gente sea irresponsable viviendo de los animales”.

Reflexionó, además, que se trata de un problema de salud pública, pues muchos de los animales de la feria están enfermos o incubando enfermedades virales que pueden llegar a afectar incluso a las familias que los llevan a sus hogares.

Exhortó a las autoridades a incluir programas municipales de esterilización para frenar la sobrepoblación que continúa creciendo.

Fuente: La Razón

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