Víctor Hugo nació el 26 de febrero de 1802 y murió a los 83 años, 1885, en París, el 22 de mayo. Escritor fundamental del siglo XIX, el célebre autor de “Los Miserables” impregnó con la fuerza de su vasta obra todo el siglo XIX. Poeta, novelista, dramaturgo, intelectual, humanista y político, Hugo participó activa y exitosamente en la política francesa, destacando por su integridad: un hombre que renunció a honores y posiciones de poder por defender sus ideas. Fue un testigo crucial de los profundos cambios que trajo consigo la Revolución Francesa, su obra, como la de todo escritor romántico, se fraguó, a la luz de las ideas de este significativo evento histórico. Fuerte opositor de Napoleón III, por él vivió diez años en el exilio.
Educado en París, Víctor Hugo inició su Carrera literaria en 1819, cuando ganó los “Juegos Florales de Toulouse”. Sus primeras Odas fueron premiadas. A partir de ahí, su casa se convirtió en el punto de encuentro de la nueva generación de poetas. Hugo defendía la nueva literatura que postulaba la libertad como rechazo a las normas disciplinadas y estrictas del Neoclasicismo.
Aunque nunca atacó abiertamente el Neoclacisismo, en el prefacio de su drama Cromwell (1827) proclama el principio de la libertad y la prevalencia de lo espiritual en el arte. Su ideario proclama el derecho del creador de aceptar sólo las normas que su creatividad otorgue a su escritura.
El Romanticismo es la libertad como ideología. Su origen se encuentra en el espíritu del libre pensamiento que transmitió la Revolución francesa, un proceso que implicó uno de los cambios más profundos en el pensamiento occidental, una ideología que logró la total identificación de los pueblos europeos, convirtiéndose en el ideal social, político y cultural de toda una época.
Las ideas liberales transformaron no solo la política y la sociedad en general, sino también el arte y la literatura. Los nuevos escritores asumieron los cambios y reaccionaron contra los preceptos de la retórica neoclásica y el academicismo imperante. Esta actitud influyó poderosamente en los movimientos posteriores, incluyendo el arte y la filosofía del siglo XX.
LOS MISERABLES
“Los Miserables” es una pieza monumental, no sólo por su extensión de 1,200 páginas, sino por su contenido crítico y reflexivo, donde resaltan los temas el bien y el mal, la política, la religión, la sociedad de clases, sus luchas, injusticias y contradicciones. Víctor Hugo reescribió y enriqueció su novela a lo largo de 30 años, a partir de 1829. En esta descomunal tarea, el escritor plasmó una obra perdurable y universal, en cuanto expone su profunda preocupación por el género humano. El argumento de la novela refleja con detalles las desigualdades, y los males sociales de su época en una serie de personajes inolvidables que han pasado a la posteridad.
La obra es el retrato de un contexto social y cultural, sin embargo, como toda obra de arte auténtica, traspasa el contexto histórico, Hugo defiende valores intemporales y universales como la libertad y la fuerza de los ideales.